
A la mujer, que demuestra un interés vivo hacia todo lo que la rodea, hacia todo lo que puede ver, sentir y tocar, le tiene sin cuidado la averiguación de las grandes leyes que rige eso mismo que hiere sus sentidos y su espíritu. Su avidez de conocimiento se dirige a las cosas mismas y no a las remotas causas a que obedecen; no le interesa contar las pulsaciones de un corazón que sufre, sinó el porque sufre... La mujer considera el universo cono ojos y con alma de madre. Las plantas, los animales, los hombres, no son para ella problemas cognitivos sino seres capaces de sufrir y gozar, seres hacia los que se siente ligada no por el conocimiento sino por el amor. La ciencia por la ciencia, el arte por el arte, la fé por la fé, todo lo que está situado al margen de lo concreto y de lo útil, carece de sentido para la mujer."
Gina Lombroso, en "El alma de la mujer"
No hay comentarios:
Publicar un comentario