Arte arte arte II
Te prometo
Te prometo recorrer tu geografía
y sentirte sólo mía.
Te prometo ser el custodio amoroso
de tu cuerpo voluptuoso.
Te prometo penetrar con mis sentidos
en tus sitios más prohibidos:
los espacios más guardados
donde nadie haya llegado.
Borraré con mi boca tus lunares;
hurgaré entre todos tus lugares;
volcaré el torrente de mis mares
en la cuenca de tu boca
que a mí tanto me provoca.
Te prometo ser quien beba de tu algibe
quien te mime, quien te cuide
Te prometo que te haré sentir más plena
que la misma luna llena.
Te prometo invadirte la conciencia,
regalarte mi experiencia
y que sientas mi tibieza
de los pies a la cabeza
Viviré para darte mi ternura,
buscaré contagiarte mi locura.
Lograré penetrar en la espesura
de ese bosque centinela
que a mí tanto me desvela
Te prometo
y te digo con certeza:
si no cumplo mi promesa
de la mano del Eterno
que me hunda en el Infierno.
William Silvio Soldán, de "Del amor y el desamor"
Enrique rey sol y Ricardo en la noche (o reflexiones en una tarde lluviosa de porro)

Ricky Martin.
Ama... te

En todas las tradiciones del mundo, en todas las civilizaciones, en todas las iglesias te han enseñado todo lo contrario. Te dicen: Ama a los demás, no te ames a ti mismo. Y detrás de esta enseñanza se oculta cierta estrategia astuta.
El amor es el alimento del alma. Así como la comida lo es para el cuerpo, el amor lo es para el alma. Sin alimento el cuerpo está débil; sin amor el alma está débil. Y ningún estado, ninguna religión, ningún interés creado ha querido nunca que las personas tengan almas fuertes, porque una persona con energía espiritual está destinada a rebelarse.
El amor te hace rebelde, revolucionario. El amor te da alas para volar alto. El amor te da un enfoque correcto de las cosas, de forma que nadie te pueda engañar, te pueda explotar, te pueda oprimir. Los sacerdotes y los políticos sobreviven sólo a costa de tu sangre; sobreviven sólo a base de explotar.
Todos los sacerdotes y los políticos son unos parásitos. Han encontrado un método infalible para hacerte espiritualmente débil, un método garantizado al cien por cien que consiste en enseñarte a no amarte a ti mismo. Porque la persona que no se puede amar a sí misma tampoco puede amar a los demás. Tienen una forma de predicar muy astuta; dicen: “Ama a los demás”…, ya que saben que si no eres capaz de amarte a ti mismo, no serás capaz de amar de ninguna manera. Sin embargo, continúan diciendo: “Ama a los otros, ama a la humanidad, ama a Dios. Ama la naturaleza, ama a tu mujer, ama a tu marido, ama a tus hijos, a tus padres”. Pero no te ames a ti mismo, porque, según ellos, amarse a uno mismo es egoísta. Aquello que condenan por encima de todo es el amor a uno mismo.
Han hecho que sus enseñanzas parezcan muy lógicas. Dicen: “Si te amas a ti mismo, te convertirás en un egoísta; si te amas a ti mismo, te convertirás en un narcisista”.
No es verdad.
[…] se han dado cuenta de este hecho: impide que la gente se ame a sí misma y habrás destruido su capacidad de amar. A partir de ahora, sea lo que sea lo que consideren amor, no será sino un sucedáneo. Puede que sea un deber, pero no es amor. Deber es una palabra bastante fea. Los padres cumplen con sus deberes para con sus hijos y los hijos cumplen con sus deberes para con sus padres. La mujer tiene una serie de deberes hacia su marido y el marido tiene una serie de deberes hacia su mujer. ¿Dónde está aquí el amor?
El amor desconoce el deber. El deber es un lastre, una formalidad. El amor es una alegría, un compartir; el amor es informal. El amante nunca siente que ha hecho ya suficiente; siempre piensa que puede hacer más. El amante nunca siente: “He complacido al otro”. Por el contrario, siente: “Me siento complacido porque mi amor ha sido recibido. El otro me ha complacido al aceptar mi regalo, al no rechazarlo”.
Osho