Comenzamos viviendo atrás de una casa vieja. Mi madre nunca me quizo, me hechó desde chica. Yo era una nenita, mi cabeza era violenta y no tenía miedos. Estaba podrida. Eran los noventa. Y desde chica escuche "Nena, tenés unas lindas piernas, mostralas y ponete a llorar, tu llanto suena como el de una mujer vieja. Te darán lo que necesites. Sabrás pronto como es la verdad pero no dejés jamás que te rompan el corazón, no hay medicina para repararlo"
Ahora somos una familia y ya no me escapo de nada.Tengo dinero y enconté un motivo para estar contenta. No te necesito, y mucho menos te pertenezco. Y aunque intenté permanecer a alguno de ellos es irremediable, no puedo.
Donde quiera que valla siento tu arrepentida sombra atrás. Y cuando la veo me doy cuenta que el arrepentimiento es una ficción.
Ahora es fácil, ahora qué todo me resultó bien. Pensás que fué fácil y que vos contribuiste en algo?
Caminé casi muerta y vencí hasta el peor de los entierros. Sentí morir en la depresión y puse la mejor sonrisa.
Mi cabeza tiene miedo todavía de no hayar un hogar para mi cuerpo, mi memoria recuerda el dolor de los golpes en mi piel, mi cabeza recuerda haber sufrido las peores humillaciones. Y todavía siento el miedo de tener que ir sola por todo para siempre.
La culpa de sentir no poder dar lo mismo al que me da amor
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